¿Alguna vez te has topado con algún señuelo antiguo en tu garaje, o en el trastero de un amigo, y te has preguntado si aún tendría valor? Pues bien, si has dado con alguno de los cinco que a continuación te mostramos estás de enhorabuena: tienes un tesoro en tus manos.
04/11/2015 | Redacción JyS
Valen miles y miles de dólares. De hecho, el Giant Haskell Minnow se vendió en una subasta por 87.300 euros. Imagínate, podrías comprar todos los aparejos que quisieras, ¡o incluso un barco!
¿Pero qué es lo que hace a estos señuelos tan valiosos? En general, el valor de un antiguo señuelo viene determinado por la cantidad de unidades de ese modelo que queden, por su belleza y por las condiciones en las que se encuentre. Las cinco piezas que te enseñamos a continuación son muy extrañas y muchas de ellas tienen más de un siglo. Y tan sólo quedan unas pocas en el mundo: eso es lo que los hace especiales.
Giant Haskell Minnow, el más codiciado
El más deseado de todos es el señuelo de cobre creado en 1853 y que tiene por nombre Giant Haskell Minnow. Es de lejos el reclamo más antiguo y raro. Sólo se conoce la existencia de un ejemplar. En 2003, fue vendido en la Subasta de Descubrimientos de Lang en Waterville (Nueva York) por 87.300 euros.
La compañía de subastas dijo: “Es el Santo Grial de los señuelos de pesca”. Este cebo de cobre tiene una aleta rotativa con dos anzuelos ascendentes en su cola. Y es tan valiosos porque es el único que queda en el mundo. El fabricante de armas Riley Haskell patentó el diseño en 1859, y además fabricó cuatro versiones de este ejemplar, que tienen un valor en subasta de entre 8.600 y 13.000 euros.
Rana-señuelo de Heddon, sólo hay 8 catalogados
La Rana-señuelo de Heddon es otro de los candidatos al señuelo más raro y más buscado. En 1897, el fabricante de miel James Heddon comenzó a fabricar estas piezas de madera para ofrecerlas como obsequio a los clientes que le compraban su producto.
Más tarde, Heddon fundaría la primera empresa de fabricación de señuelos artificiales en 1902. Su compañía hizo muchos modelos de madera, pero ninguno como la rana. Esta dispone de un anzuelo en cada pata y uno triple grande en su parte oculta. Sólo quedan ocho unidades en el mundo. Tienen un precio de subasta que ronda los 26.000 euros.
Pez Chautauqua: ni bueno, ni barato
El Pez Chautauqua es muy raro, no se encuentra fácilmente, es hoy día un artículo de coleccionista, sólo se fabricaron unos pocos, es muy bonito pero no era muy bueno. Fue producido por Krantz & Smith de Jamestown (Nueva York) en 1908. Se anunció como el primer señuelo de Weedless, señuelos especialmente fabricados con una protección especial para que el anzuelo no se quede enganchado en zonas con mucha vegetación. Se han llegado a vender en subasta por 30.000 euros aunque su valor aproximado es de 10.000.
Noche radiante de Heddon, lo nunca visto
La Noche radiante de Heddon es el segundo diseño más raro de la marca Heddon. La compañía produjo este cebo en 1912, pero nunca lo puso en sus catálogos.
Este señuelo tiene dos variantes: una de larga con cuatro anzuelos triples y otra edición de más corta con tres poteras. Uno era blanco con una raya negra en la espalda y otro era color marfil. Tiene un valor aproximado de 8.500 euros.
Comstock Flying Hellgrammite, el primer atrayente de madera
Algunos coleccionistas consideran que el Comstock Flying Hellgrammite es el primer señuelo de madera que se fabricó. Es una imitación de una larva dobsonfly, también llamada Hellgrammite.
Este reclamo cuenta con un cuerpo de madera con ojos rojos de cristal incrustados y partes de cobre. Harry Comstock afirmó tener el primer diseño de este modelo, así que cuando su rival Pflueger lanzó su versión, llevó el asunto a los tribunales, obteniendo la victoria.
La versión de Comstock vale aproximadamente 10.000 euros actualmente, mientras que la imitación tiene un valor aproximado de 8.500 euros, ya que también se encuentra entre las más buscadas.
El artículo Los 5 señuelos de pesca más caros y antiguos aparece primero en Revista Jara y Sedal.